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Reflexión
08.08.2023
Acompañar al doliente
Acompañar al doliente no es tarea fácil.
La mayoría de las veces implica primero, silenciar nuestros prejuicios; cómo se siente o como debería sentirse esa persona, que hace o deja de hacer, como se comporta, que deja de hacer...
Lo primordial en ese momento es aprender a escuchar. Muchas veces las palabras sobran, y los silencios ayudan.
Quizás, consultar a esa persona como quiere que la acompañemos, o como necesita que la acompañemos es mucho más valioso que tomar decisiones o acciones creyendo que así estamos ayudando.
El duelo es un proceso. A unos les puede llevar más tiempo que a otros, pero es importante transitarlo.
Aprendamos a acompañar, poniéndonos primero, en el lugar del otro.
La mayoría de las veces implica primero, silenciar nuestros prejuicios; cómo se siente o como debería sentirse esa persona, que hace o deja de hacer, como se comporta, que deja de hacer...
Lo primordial en ese momento es aprender a escuchar. Muchas veces las palabras sobran, y los silencios ayudan.
Quizás, consultar a esa persona como quiere que la acompañemos, o como necesita que la acompañemos es mucho más valioso que tomar decisiones o acciones creyendo que así estamos ayudando.
El duelo es un proceso. A unos les puede llevar más tiempo que a otros, pero es importante transitarlo.
Aprendamos a acompañar, poniéndonos primero, en el lugar del otro.